Los detectores, con como su propio nombre indica, sistemas que detectan la presencia de fuego, pudiendo ser covencionales, detectan la presencia de humo o térmicos, detectan la presencia de calor, ambos atributos vinculados a la presencia de fuego en una o varias estancias.
Ante un conato de incendios, los detectores, detectarán la presencia de humo o aumento de temperatura y emitirán una señal de aviso a la central contra incendios, que automáticamente encenderá unas luces en su panel , de aviso de presencia de fuego y en que zonas.
La vida útil de estos sistemas es de 10 años, transcurridos los cuales, se deberá proceder a su substitución, hay que tener en cuenta que determinadas condiciones ambientales pueden ocasionar una reducción de dicha vida útil.